domingo, 5 de octubre de 2008

Un viaje al Paraiso


Cuanto más miro mi obra "Promesas", más me gusta. En ella aparece un texto en alemán que traducido es: "Prometeme un viaje al paraíso pero prometeme también el regreso". Esta vida esta llena de pequeños y grandes viajes a paraísos, reales o imaginarios, pero para saberlos encontrar tenemos que pasar por pequeñas decepciones o tramos tortuosos.

Nuestra visión del paraíso no sería así sin esos momentos de desamparo, vivir en una nube nos lleva a olvidarnos que vivimos flotando. El momento febril de creatividad no sería tal en un paraíso sin esfuerzo, sin penas. El hombre no solo busca su sustento físico (a pesar de que una mayoría de personas lo aparenten), sino que busca una razón en la vida, una situación de perdurabilidad, de dejar un legado a generaciones futuras.

Cuando comencé "La piel de Ulises" fue una obra terapéutica, no me encontraba en uno de mis mejores momentos, sin embargo me llevo a conocer mejor mis limitaciones, mis miedos y virtudes, a poner a prueba mi paciencia, a estremecerme con cada rito que cumplía cuando iba desgranando cada pieza. "Promesas" fue una de las obras más rápidas, pero para mi una de las piezas más acabadas, se había desarrollado mientras hacia toda la serie, se había disputado su lugar de honor entre todas las piezas que componen "la piel de Ulises".

Mis paraísos han sido muchos, alguno tan pequeño como un segundo, otros tan enormes como inabarcables, pero siempre he regresado y ello me lleva a saborear más si cabe los paraísos futuros.


En la imagen: Promesas, misal, clavos, lápiz, oro y sangre. 2002.

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