martes, 3 de noviembre de 2009

Por que sí


He recordado una exposición que vi a principios de año en Austria, el artista jugaba con lacas industriales, con gran maestría, haciendo que los colores sin mezclarse formaran volutas sobre el aluminio lacado en blanco. El galerista me dijo que cada cuadro encerraba cierta cantidad de microcosmos, el artista en ese punto hacia un salto mortal, y le había explicado que era una crítica irónica contra el cambio climático.

¿Porque el arte contemporáneo no se viste de un por que si?, yo soy el primero que no lo hago, veo que nos estamos sofisticando de una manera que puede resultar parecida al vendedor de burros, que ha hecho una serie de buenas ventas y lleva a su mujer a comer al Bulli.

Escuchando una entrevista a Andreu Alfaro, decía que sus esculturas no encerraban ningún lenguaje críptico, que eran así por que le había parecido bien en su momento y no daba más vueltas sobre su significado.

En este punto cuando voy completando "El sol de los días", y después de haber visto lo necesitados que estamos de algo que no haga referencia a nada más que el color y la forma, he comenzado a crear una serie de cuadros, de una realización extremadamente lenta, sobre el azar y el color llamada "Therapy", en recuerdo al traje de "La piel de Ulíses" en el que me inmersionaba, en una labor casi automática, convirtiéndolo en una forma de salir de la depresión.

No sé, si se valorara el esfuerzo pero quizás sea una forma de escapar personalmente durante unos instantes al juego de la ironía, al de encerrar significados que el espectador tiene que ir descubriendo en cada pieza, en pensamientos ocultos debajo de máscaras y artefactos estéticos. Por que creo que ahora más que nunca tenemos que darle al público entretenimiento sin más, formas de dejarse llevar por caminos de la ensoñación más que la estética. Tendré que aprender a hacer lo que digo.
En la imagen, "The dança du la Natur", 1999, medidas variables.